La lucha por la vida no es la primera vez que se batalla, aunque sin duda las condiciones y circunstancias no son jamás las mismas.  Esto se viene batallando al menos desde 1920, cuando se promueve y legaliza bajo decreto la figura del aborto a pesar de que desde 1885, el Código Penal ruso definía al aborto como un acto premeditado de asesinato, que podía conllevar castigos severos.

En América fue Cuba quien diera el pistoletazo de salida para esta dolorosa batalla del bien versus el mal, cuando se convirtió en el primer país en tomar esto como un derecho y despenalizarlo en 1965, y se hizo de forma gratuita para las pacientes, procedimiento este que era aceptable hasta la décima segunda semana de gestación. El Código Penal de 1979 especificó que el aborto se convertía en un delito si era cometido con fines de lucro, por personal no médico o en contra de la voluntad de madre.

En 1973 bajo la segunda ola feminista es que en los Estados Unidos se hizo una de las banderas de este movimiento e ideología, bajo el lema “Mi cuerpo, mi decisión” lema que se mantiene en la actualidad.

 

Image: Viktoria Slowikowska on Pexels

Lo han vendido como un derecho, como una herramienta de poder, y nada de esto es cierto. No es un derecho, porque ciertamente es tu cuerpo y puedes hacer lo que quieras con este; como por ejemplo tatuarte, hacerte piercings o pintarte la melena de colores, pero estamos hablando de otra vida que no te pertenece y que está ampliamente protegida por convenciones internacionales. Matar a un bebé no entiendo por más que me lo explican, como se supone que “empodera”, o te hace libre.

Ofrecen y venden esta aberración como “aborto legal y seguro” pero inclusive cuando se debe hacer por estrictos motivos médicos bajo los tres supuestos establecidos por la medicina con el personal calificado para ello, existe riesgo de que mueras, de que quedes con una situación de salud complicada, inclusive de que nunca más puedas concebir. Entonces me explica alguien ¿Dónde está la sagrada maravilla que tanto promocionan y prometen?

Lejos de resolver un problema están creando otros y bastante delicados que parece no afectarles a quienes carecen de moral.

¿Qué está causando embarazos no deseados además de una sexualidad irresponsable?  Abusos sexuales, falta de educación y pobreza, situaciones que no han sido corregidas y debe hacerse con inmediatez.

Es muy simplista y digno de gente sin cerebro resolver todo con un “usen protección”. Hay muchos problemas sociales que están permitiendo se sigan gestando bebés en situaciones inadecuadas, uno de ellos es el temor de hablar de sexualidad claro, y de forma correcta. La pobreza económica junto a mental son un factor tremendamente contraproducente en este tópico, con índices altísimos en nuestra región.

Existen aún médicos que se niegan a esterilizar mujeres que no quieren ser madres porque consideran que son muy jóvenes.  La tozudez de no querer enfrentar este problema hablando claro, con soluciones reales, no ayuda a que se avance en esta conversación.

Opción y derecho es escoger tomar un helado de chocolate en lugar de uno de fresa, matar a un bebé no nacido, aunque quieran reducirlo por inmorales a “un grupo de células” sigue siendo un asesinato asistido, que encima pretenden todos les paguemos a través de nuestros impuestos.

Lo último que pretendo es dar cátedra de nada, porque no soy quien, eso queda para el fuero interno de cada uno. Pero sepa quien opta por esta decisión, que deberá cargar hasta el último de sus días con consecuencias psicológicas, emocionales y físicas.

Matar un bebé no es un derecho, es una dolorosa decisión.

¡Hasta la próxima!

By: Jennifer Barreto-Leyva

CEO @politicaenfaldas & @politicsinskirtsAuthor | TV/radio host

 

Cover Image: Jennifer Barreto-Leyva, personal archives.

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