Vivimos una era oscura, y perdone usted lo repetitiva, pero las cosas no han cambiado, por tanto, mis impresiones y discurso permanecen.
Estamos en una era donde se transpira revanchismo, resentimiento, falta de meritocracia y mucho más.
Se vive la inmediatez, reina lo plástico, lo falso, el escándalo, el morbo, el mal vivir en todo su esplendor, o como yo lo catalogo: la cultura de la basura.
Y esto no se trata de que siempre exalte en todo, mi naturaleza como mujer conservadora. Es que, ya esto versa en algo de mínimo sentido común, que parece haberse ido de paseo para nunca más volver.
Siempre lo he dicho, reflejado a otros aspectos: eres lo que haces, la moda que compras, los valores que ejerces, las personas a quienes sigues en redes, los amigos y personas de quien te rodeas, los chistes que ríes, la música que escuchas. Eres todo eso, y todo refleja quien eres. No lo digo yo, la ciencia, la psicología y otras ramas académicas que han estudiado esto por años así lo aseveran, aunque insisto, esto tiene un componente de lógica intrínseco.
Cada cierto tiempo, como olas en el mar, se generan polémicas con cantantes, modas, géneros musicales entre otros. En mi niñez y adolescencia, como parte de mi natural inmadurez, no entendía lo que con firme y sólida convicción me decían mis padres, pero ahora que soy adulta, y que además he dedicado años de mi vida al estudio del comportamiento del ser humano, entiendo perfectamente todo, y hasta todo aquello que por pudor o desconocimiento no me decían…
Si escuchas, bailas y celebras a un cantante que en sus canciones dice toda cuanta poca vergüenza existe en el diccionario ¿Dónde queda tu valor y amor propio como mujer? ¿Dónde quedan tus límites en lo que permites que otros te digan? Aunque para ello se valga de un ritmo pegajoso. Si sigues y celebras a una “influencer” que un día sí y el otro también dice que los hombres no sirven ¿Dónde queda tu coherencia cuando dices estar orgulloso de ser hombre? ¿Si le encomiendas tu salud mental a un YouTuber, donde queda tu amor propio y tu auto respeto? Cuando a tus hijos menores de edad les enseñas que está bien vestirse y comportarse como gente adulta, en sus fiestas les pones “perreo intenso” ¿En serio que esperas que suceda en unos años más?
Y así pudiera dar mil ejemplos que suceden a diario y que usted participa, los ve y vive. El punto está claro.
Todo es de lógica, y si el tiempo tiene algo es que no perdona y siempre pone todo en su sitio.
Esta era donde se exalta la cultura de la basura sin duda alguna está sacando de manera extrapolada lo peor de la raza humana, pero por otro lado lo mejor también, porque por suerte existimos muchos y de forma firme, defendiendo el buen vivir, y no de ahora, sino de siempre, como es mi caso.
Veo con preocupación en muchos el fenómeno de la madre abnegada, que en los noticieros sale ahogada en llanto diciendo que su hijo es bueno, pero en realidad es un delincuente con todas sus letras, cosa que ejerció enfrente de su progenitora y esta no lo quiso ver, en muchos casos hasta lo ayudó a sus fechorías.
Así está pasando con nosotros, y no de ahora, esto ha sido siempre, solo que ahora está peor.
“No hagas caso” “Hay que evolucionar” “El mundo siempre ha sido así” “Eres una persona anticuada y retrógrada” son algunas de las expresiones de estos ciegos a elección, cada vez que el mundo da un paso más camino a su desnaturalización y destrucción.
Discúlpeme usted, pero no, conmigo no cuenten para este descalabre mundial.
Los valores, la educación y el buen vivir no son modas, sino estilos de vida, que en especial los Hispanos hemos abrazado desde el principio de los tiempos.
Una cosa trae a la otra y todas se complementan. Observe y tome nota. Música tráfala, estilo de vida en el mismo orden, “ídolos” aspiracionales que invitan a ese estilo de vida, los cuales están estrechamente relacionados con esa música, delincuencia, drogas, prostitución y mal vivir, al final todo se conecta, todo se relaciona. Usted observe y se dará cuenta solo.
Por mi parte seguiré remando, así sea sola, el barco hacia el destino correcto y con las personas indicadas.
Lo que está mal, está mal, así todos lo hagan y nadie lo diga, está mal.
¡Hasta la próxima!
By: Jennifer Barreto-Leyva
CEO @politicaenfaldas & @politicsinskirtsAuthor | TV/radio host
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