Las redes sociales si bien sirven para conectar y comunicar, se han convertido en un canal importante de fake news, disparates, difamaciones y pare usted de contar.

La verdad es preocupante, porque esto no hace sino profundizarse y es una muestra clara de la gran crisis de valores que tenemos.

Meses atrás pensaba que lo había visto todo, cuando “influencers” conservadores, tomaron un trozo de una extensa entrevista que le hiciera a Ted Bundy (asesino serial y psicópata integrado) el Dr. James Dobson, psicólogo de familia, y activista en contra de la pornografía, un hombre ultra conservador, dicho sea de paso.

Para quien desconoce, los psicópatas no sienten, todas las emociones las fingen, no tienen remordimientos, no les importa nada. Fingen llanto, empatía y toda emoción.

En esta entrevista, el solo plasmó lo que le hizo sentir a sus víctimas, adjudicándose esos sentimientos a sí mismo. Parte del narcicismo maligno propio de personas con su perfil. Se burló del Dr. Dobson en su propia cara, como lo hacen todos los psicópatas de sus víctimas. Lo digo responsablemente y con toda propiedad, como sobreviviente de esos monstruos de rostro amable, y mis palabras las certifican unos cuantos especialistas en salud mental alrededor del mundo.

El desespero por establecer narrativas, liderazgos y tener relevancia, está llevando a muchos derechito al averno.  Parece haber competencia en quien dice el disparate más grande, el que es más bocón, sensacionalista y grosero. Ese morbo y malvivir atrae masas como moscas a la miel.  Es tan evidente que solo provoca nauseas.

Pero todo se pondría peor en cuestión de meses, cuando empezaron a aplaudir a Catar por las esculturas creadas por Damien Hirst exhibidas en Doha.

14 esculturas que describen el proceso de creación del ser humano desde la concepción al nacimiento, proyecto llamado “The Miraculous Journey,” (la jornada milagrosa).

Alababan la cultura pro-vida del país, sin tener ni siquiera la más ínfima idea de cómo se dan las cosas en Catar, que con pertenecer a la liga de países árabes dice bastante. Un país que se maneja a rajatabla por lo que dice el islam.

Catar es un país donde si eres violada y denuncias al violador vas presa, no tienes libertad de expresión, no respetan otras religiones, esclavizan a los extranjeros que van a trabajar allá, entre otras menudencias. Entonces ¿Es en serio que lo sitúan y aplauden como un país pro-vida?  Por amor a Dios, un poco de coherencia nunca está de más.

Y así como estos ejemplos miles más han pasado por mis ojos. Lo más peligroso es como justifican de forma absolutamente creíble el disparate que afirman, de la misma forma miles se lo creen. Es escalofriante la manera en que inventan, mienten y lo sustentan.

Muchos halagan así mismo a periodistas, porque les gusta lo que escuchan o encaja perfecto en la narrativa que tienen en su cabeza, y eso es bien preocupante.

Debemos cuestionar absolutamente todo, así nos suene bonito, amable o concuerde con nuestras ideas.  Aquello de respetar al que piensa diferente y debatir sanamente, lo hemos desechado debido al momento que vivimos, cosa que entiendo desde la parte racional, sin embargo, debo invitar responsablemente a ser críticos siempre de forma respetuosa claro está, con todo y todos.

Porque déjeme decirle, que disparates, mentiras y las manipulaciones, están aquí, allá y acullá.

Y cuidado con esos que usted pone en pedestales, que conozco a muchos y su verdadero yo no es ni remotamente lo que plasman en redes.

Recuerde siempre: nada es lo que parece.

¡Hasta la próxima!

Por: Jennifer Barreto-Leyva
CEO @politicaenfaldas & @politicsinskirtsAuthor | TV/radio host

 

 

 

 

 

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