David Attenborough: Una vida sobre nuestro planeta
En esta sección de DIGITAL DOMINIUM comentaremos aquellos hits del reconocido streaming que ya forma parte de nuestra cultura televisiva.
No puedo dejar de comentarles una película documental que ha sido tendencia y con todas las razones que le ameritan. Al cien por cien recomendado.
A muchos de nuestros conocidos mayores, seguro les suena este nombre en los programas creados y escritos por él como la serie Vida en la Tierra (1979), El Planeta viviente (1984), La vida a prueba (1990), y el planeta helado (1993) entre otros muchos realizados por este caballero, en una época en la que no se hablaba de cambio climático y éramos felices, contaminábamos el mundo y no lo sabíamos.
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Para quién no conoce quién este caballero digno de nuestro respeto y admiración, Sir David Frederick Attenborough nació en Londres, Inglaterra el 8 de mayo de 1926. Ha sido hasta el momento, con sus 94 años un científico, divulgador naturalista y defensor de ambiente más reconocidos por su gran cantidad de programas de televisión.
Merecedor de innumerables premios y reconocimientos alrededor del mundo (Príncipe Asturias de ciencias sociales, La Orden del Mérito del gobierno británico, La Real Orden Victoriana, La Orden de los Caballeros de Honor, entre muchas otras) por su incansable trabajo activista por mostrarnos el mundo natural y la vida en la tierra.
El documental, más que ser un compendio de su vida o reflexión, es el testimonio viviente de un siglo que ha corrido vertiginosamente hacia un progreso que parece más una involución y una destrucción silenciosa, que evolución por si misma.
Es el testimonio de un ser humano que ha tenido la fortuna de vivir casi por un siglo completo lleno de cambios rápidos, niveles de carbono que aceleran su peligroso aumento, mientras las densidades de los bosques disminuyen casi a la misma velocidad que la población humana se dispara al doble de su crecimiento.
“Los seres humanos han rebasado al mundo, – Dice Attenborough – esta es mi declaración como testigo de la historia del declive de la vida global durante una sola vida”.
La tala de los bosques lluviosos, la quema de energía fósil, el descongelamiento veloz de los polos de la tierra, (cosas que ya sabemos de sobra, pero que necesitamos a veces repasar y recordar a diario) son algunas de la imágenes que veremos con tomas asombrosas y llenas de una gran estética cinematográfica.
La primera parte de film nos muestra escenas fabulosas de nuestra naturaleza alrededor del mundo, acompañado de sus pertinentes comentarios, mostrándonos la belleza de un planeta que aunque nos parezca conocido, aún nos falta realmente apreciar.
La segunda parte, en un tono certeramente grave, comienzan a mostrarnos las imágenes elementos más dramáticos, acompañados de la palabra reflexiva de Attenborough.
No es un regaño, pero tampoco es una sutil llamada de atención. Considero que si tenemos una casa y vemos que la pared se está agrietando, el techo se está cayendo sobre mi cabeza, y las tuberías de gas y agua comienzan a afectar mi calidad de vida, dejándome sin oxígeno y dañando el suelo por el cual camino, entonces:
¿No es esa mi casa? ¿No es el momento de hacer algo? ¿O debo esperar que el vecino arregle mi casa por mí, o se arregle ella por si sola?
En la última parte de la cinta, en un tono optimista y didáctico, Sir Attenborough nos muestra las soluciones que aún tenemos, y sabemos podemos poner en práctica, eso sí, si las políticas nos acompañan en esta preocupación mundial, y no se idiotizan creyendo que el calentamiento global es algo producto de la imaginación colectiva.
Más allá de la política y el resto del mundo circundante, la cinta realizada en una excelente calidad cinematográfica nos invita a la acción, ya que la reflexión en un buen punto de partida, pero no debemos quedarnos solo en la filosofía.
By: Denis M. Greg
Cover Image: Jakob Owens on Unsplash