Ya que ha transcurrido cierto tiempo, es permisible y seguro hacer comentarios de la tan comentada película en redes “Don´t look up” o “No mires para arriba” sin hacer spoilers.
Confieso que para nada me llamaba la atención verla, el teaser no me transmitió absolutamente nada. Sin embargo, una amiga muy querida para mí, sin previo aviso me dijo “Por favor ve la película, es solo para gente inteligente” cosa que me alimentó la curiosidad y me decidí a verla.
Habría que ser en exceso despistado e ingenuo, para no ver la sátira hecha a personajes como el Dr. Fauci y Hillary Clinton entre otros de los muchos que hacen vida en el circo progresista que tiene por administración en este momento los Estados Unidos.
Inclusive pudo verse, si usted es en extremo detallista y observador como yo, el guiño hecho a la larga lista de escándalos sexuales protagonizados por el partido Demócrata de los Estados Unidos. Una amplia y estéticamente muy bien cuidada exhibición de la representación nefasta que lidera y abandera el mundo en este delicado momento que vivimos histórica, cultural y políticamente hablando. Tanto, que inclusive a los días de haberse estrenado la película, se podían apreciar los memes hechos mofándose de los mismos personajes, pero en Latinoamérica.
Para sorpresa de muchos esta película fue escrita por David Sirota quien trabajara para Bernie Sanders, uno de los líderes y representantes de la izquierda extrema norteamericana.
Uno de los cabos sueltos que aún me quedan por descifrar luego de ver esta producción, es como Leonardo Di Caprio y Meryl Streep, demócratas de los más devotos de Hollywood se prestaron para esta evidente mofa de su partido y los desmanes de este. Pero ya el tiempo como siempre hablará.
Luego de unos minutos donde confieso haber permanecido aletargada y aburrida, estuve a punto de dejarla de ver y que mi curiosidad se quedara con las ganas de saber de qué se trataba, sin embargo, me mantuve viéndola y en honor a la verdad no sé si valió la pena.
Si algo me enseñó mi madre desde niña, es que es estéril ir al cine a ver películas de terror, puesto que con lo que sucedía en el mundo real, era suficiente…
Esta película es una clara metáfora caricaturizada –muy somera– de cómo se manejan las cosas en la política, pero además un llamado a despertar, para quien aún se niega a ver las cosas que están sucediendo, a pesar de las infinitas advertencias hechas hace tiempo por muchos.
Es una metáfora sobre cómo el mundo se maneja y un llamado a despertar antes que sea tarde. El progresismo avanzó y no ha perdido el tiempo. Nos devora y no es juego.
Si algo me quedó claro luego de ver esta producción cinematográfica, cosa en la que espero muchos reflexionen, es en la importancia de los valores, de la familia, la calidad de las relaciones que tejemos a lo largo de nuestra vida y el legado que dejamos en nuestro paso por el mundo.
Quizá moriré idealista, soñadora e ilusa como el Quijote de la Mancha con lanza en mano y frente en alto, pero para mí, además del espanto futurista y caricaturesco proyectado en esa película, la bofetada que le da a muchos es innegable. Vivimos a diario tragedias – ¿qué más tragedia que la que nos arropa desde hace dos años y contando? – Y aún hay gente que ejerce una larga lista de comportamientos humanos nefastos que no tiene fin, entre muchas otras cosas innumerables.
¿Está usted satisfecho con su legado en la tierra? ¿Amó usted a las personas correctas y lo suficiente? ¿Trabajó para cumplir sus sueños?
No espere a un virus o a un meteorito, y empiece a vivir una vida que valga la pena ya.
¡Hasta la próxima!
By: Jennifer Barreto-Leyva
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